Más que reflejar la sociedad de su época Okupas metió una realidad en bloque y en movimiento que trasplantó de la calle a la pantalla. Okupas inventó algo y no solo fue reflejo y representación. Al poner la cámara, al enfocar y guionar esas existencias menores que estaban tan al margen de la sociedad creó y le dio más peso social a vidas sobre las que hizo una cámara oculta. Y entonces ocurrió el milagro. Un programa de televisión protagonizado por vidas demasiado parecidas a quienes las mirábamos del lado de acá de la pantalla. Hermoso milagro que nos hinchó más, que nos infló y nos dio más densidad social e histórica. Si existimos, aunque sea unos gramos más, a nivel histórico es cuando se hinchan nuestras pasiones y nos muestran inflados en recitales, tribunas, eventos callejeros que nos congregaron. También el libro trata de estos movimientos vitales y libidinales de nuestra generación.

Fue cuestión de empezar a escribir sobre Okupas para cruzarme -o que me visiten- de manera frecuente esas misteriosas semillitas con pelusa que vuelan en cámara lenta. ¿Simple coincidencia o mensajes del más allá enviados por el Chiqui? Cada vez hay menos panaderos o cada vez los vemos menos. Es acertada la respuesta del Pollo: solo la percepción lúcida y minimalista del Chiqui puede demorarse en ese detalle.
Okupas no estuvo inspirado en un caso real: Okupas fue un pedazo caliente e intenso de eso real de principios de milenio que rompió en mil pedazos los vidrios de la pantalla.

OKUPAS - HISTORIA DE UNA GENERACION

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Más que reflejar la sociedad de su época Okupas metió una realidad en bloque y en movimiento que trasplantó de la calle a la pantalla. Okupas inventó algo y no solo fue reflejo y representación. Al poner la cámara, al enfocar y guionar esas existencias menores que estaban tan al margen de la sociedad creó y le dio más peso social a vidas sobre las que hizo una cámara oculta. Y entonces ocurrió el milagro. Un programa de televisión protagonizado por vidas demasiado parecidas a quienes las mirábamos del lado de acá de la pantalla. Hermoso milagro que nos hinchó más, que nos infló y nos dio más densidad social e histórica. Si existimos, aunque sea unos gramos más, a nivel histórico es cuando se hinchan nuestras pasiones y nos muestran inflados en recitales, tribunas, eventos callejeros que nos congregaron. También el libro trata de estos movimientos vitales y libidinales de nuestra generación.

Fue cuestión de empezar a escribir sobre Okupas para cruzarme -o que me visiten- de manera frecuente esas misteriosas semillitas con pelusa que vuelan en cámara lenta. ¿Simple coincidencia o mensajes del más allá enviados por el Chiqui? Cada vez hay menos panaderos o cada vez los vemos menos. Es acertada la respuesta del Pollo: solo la percepción lúcida y minimalista del Chiqui puede demorarse en ese detalle.
Okupas no estuvo inspirado en un caso real: Okupas fue un pedazo caliente e intenso de eso real de principios de milenio que rompió en mil pedazos los vidrios de la pantalla.